jueves, 18 de julio de 2019

Estudio de caso con Adaptaciones Curriculares



Paola Melissa Montás Betances. Psicóloga, con maestría en Intervenciones Psicológicas, con más de 12 años de experiencia en el sector educativo. Directora de la escuela de Psicología de La PUCMM.

Experiencias en Ambientes Inmersivos de Aprendizaje



Mónica Maria Quiroz Rubiano. Fisioterapeuta. Especialista en Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Candidata a Máster en Prevención del Riesgo Laboral UNADE de México. Docente Programa Gestión de la Seguridad y Salud Laboral de la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano.

martes, 16 de julio de 2019

SOLUCIONAR PROBLEMAS DE FORMA CREATIVA



Tony Wagner es un revolucionario. Para ello no necesita alzar la voz, montar broncas o recitar consignas. Él prefiere el análisis riguroso y la honestidad intelectual. No en vano es uno de los mayores expertos en educación del mundo. Director del Laboratorio de Innovación de la universidad de Harvard, Wagner es consejero de numerosas instituciones educativas y organismos públicos. Y cuando habla de educación, sabe de lo que habla, puesto que ha ejercido como profesor de secundaria y catedrático de universidad. Es decir, que no se trata de un teórico, sino de alguien bregado en las aulas. La revolución que plantea este profesor vocacional radica en la necesidad de cambiar el modelo educativo actual para que los jóvenes puedan enfrentarse con garantías al futuro que les espera. Wagner plantea que hay que repensar el papel de la escuela, puesto que actualmente el conocimiento está en todas partes y, por lo tanto, ya no es imprescindible que hay una persona para transmitirlo. De ahí que los buenos profesores deben modificar el rol que han jugado hasta ahora para convertirse en impulsores del talento de sus alumnos. La curiosidad y la creación artística, afirma, están inscritas en el ADN del ser humano, así que habría que preguntarse qué hacemos mal con los niños para que pierdan estas inquietudes cuando se convierten en adultos. Como todo verdadero revolucionario Tony Wagner ha desterrado la palabra "temor" de su vocabulario. Y anima a que profesores, educadores e instituciones hagan lo mismo. Hay que reinventar la educación y dar un sentido moral a todo lo que hacemos. Es, afirma, "un desafío al que nos enfrentamos como especie".

LA EDUCACIÓN PERSONALIZADA: LA INFORMACIÓN ESTÁ EN LA RED, EL CONOCIMIENTO ESTÁ EN EL CEREBRO



Si tienen la fortuna de convivir con un niño pequeño, habrán observado como, desde muy temprana edad, intentan ampliar infructuosamente la cara de Doraemon (es un ejemplo) haciendo pinza con sus dedos sobre la pantalla de la televisión. Es, para ellos, un gesto tan natural como lanzar una pelota, garabatear en un papel o construir torres con piezas de madera. Parece como si vinieran con ello incorporado. Así es como se maneja una cuchara y así es como se interactúa con una pantalla. Gestos como tocar un icono para abrir una aplicación, deslizar los dedos para pasar imágenes o hacer scroll en una web son realizados por niños de todo el mundo con soltura. Sin necesidad de muchas explicaciones. Se trata de las primeras generaciones de seres humanos en nuestro Planeta que viven inmersos en un mundo conectado y digital. Marc Prensky, escritor y educador estadounidense, bautizó a estos niños como “nativos digitales” en un artículo publicado en 2001. Una ocurrencia que creció y se popularizó hasta convertirse en un término usado de forma habitual para referirse a las generaciones que han crecido rodeadas de smartphones, ordenadores, tabletas y consolas de videojuegos. Prensky, que comenzó su carrera como profesor en el neoyorquino barrio de Harlem, ha impartido clases en todos los niveles, desde educación primaria hasta la universidad. En la actualidad -gracias a sus numerosos artículos y libros sobre el tema- está considerado un experto en la influencia de las nuevas tecnologías en la enseñanza. Aquel famoso artículo comenzaba: “Me resulta sorprendente que en todo el alboroto y el debate generado estos días acerca del declive de la educación en Estados Unidos, estemos ignorando la más fundamental de sus causas. Nuestros estudiantes han cambiado radicalmente. Los estudiantes de hoy ya no son el tipo de personas para las que fue diseñado nuestro sistema educativo”. El pensamiento de Prensky pivota alrededor de la idea central de que los “inmigrantes digitales” -la mayoría de profesores- deberían cambiar sus métodos y discursos para satisfacer la forma de aprender y pensar de las nuevas generaciones que han crecido con la presencia constante de Internet en sus vidas. Polemista apasionado, Prensky no elude el debate y, a pesar de algunas críticas recibidas por quienes defienden un modelo más tradicional, se considera un optimista empedernido: “Veo lo que desean hacer los niños, lo que pueden hacer, lo que serán capaces de hacer (…) Este podría ser un mundo muy, muy, muy positivo”.

Salman Khan, el responsable de que millones de niños mejoren sus notas del colegio



En el frontispicio del edificio que albergaba la Academia fundada por Platón en Atenas, había una inscripción que alertaba a quienes querían acceder al recinto: “Aquí no entra nadie que no sepa geometría”. Más que una amenaza, esas palabras suponían una declaración de intenciones, la constatación de que aquel lugar era un espacio destinado al saber y que se colocaba el conocimiento en lo más alto. En la home de la página web de la Academia Khan (es decir, en su frontispicio digital) también hay un lema: “Sólo tienes que saber una cosa: puedes aprender cualquier cosa”. Aparentemente, una y otra frase podrían considerarse antagónicas, pero en el fondo su significado es el mismo, se trata de poner la sabiduría como máximo valor. Aunque Salman Khan no es Platón, sus títulos universitarios atestiguan que ha dedicado gran parte de sus tiempo a formarse. Es licenciado en Matemáticas y Ciencias de la Computación por el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y Máster en Dirección de Empresas por la universidad de Harvard. Pero de lo que más orgulloso se siente Khan no es de sus títulos, sino de los millones de personas que habrán conseguido graduarse en alguna disciplina académica gracias a sus clases. Y es que lo que empezó como un proyecto puramente personal -un par de vídeos subidos a Internet para ayudar a un sobrino en sus estudios- se convirtió de forma casi casual en un proyecto global con más de 700 millones de reproducciones en YouTube y casi dos millones y medio de suscriptores en su canal principal (hay 17 canales de la academia). Está claro que en cifras no puede competir con el estomagante “Gagnam Style” de Psy, ni la aritmética tiene el encanto -un tanto estúpido- de un gatito ronroneando, pero si se compara con el aporte que estos vídeos hacen para beneficio de la humanidad, no hay color. Khan habla con pasión sobre su proyecto y con el convencimiento de que la educación debe ser un derecho humano fundamental e inquebrantable. Por eso en su web defiende que la Academia Khan es “Gratis, para todos y para siempre”. Une así algo que no debería separarse jamás: sentimiento y conocimiento. O, como él mismo afirmó en una conferencia ante una pizarra llena de fórmulas matemáticas: “Si esto no te maravilla, entonces es que no tienes emociones”.

Entrevista a Joseph Renzulli sobre diálogo, talento y tecnología | UNIR



Javier Tourón Vicerrector de Innovación y Desarrollo Educativa de UNIR, entrevista a Joseph Renzulli, Ganador del Harold W. McGraw, Jr. Prize in Education en 2009 y designado por la American Psychological Association uno de los 25 psicólogos más influyentes del mundo.

ENLACE BLOG: Javier TOURÓN

EL ERROR DE LOS TRES ANILLOS (Joseph Renzulli)



El modelo de los tres anillos de Joseph Renzulli es un modelo de intervención con alumnos más capaces, no un modelo de identificación. Confundir el punto de inicio con la meta de este tipo de atención es un grave error que hay que evitar.