sábado, 1 de mayo de 2021

Enseñar a escribir (parte 3): El esquema corporal

 

¿CÓMO ENSEÑAR A ESCRIBIR?
Tercera parte

ESQUEMA CORPORAL

Esta tercera entrega acerca de cómo enseñar a escribir constituye la tercera entrega de una serie de post acerca de dicha temática. En la primera entrega de esta serie, traté aspectos esenciales como motricidad, organización espacial y coordinación visomotora. La segunda entrega constituyó un monográfico acerca de la lateralidad y su relación con la escritura. En esta entrada voy a tratar el concepto del esquema corporal y por qué es importantísimo que tratemos dicho aspecto con los niños antes o durante el proceso de aprendizaje escritor.

DEFINIENDO EL CONCEPTO

El concepto de esquema corporal se ha tratado a través de innumerables obras, estudios, artículos y también aparece definido en una gran cantidad de libros de texto (en su versión para profesores), manuales de test psicológicos y otros muchos sitios relacionados con la educación, la enseñanza y la Psicopedagogía o Psicología.

Podríamos comenzar diciendo que el esquema corporal constituye aquella imagen que se produce a nivel mental favoreciendo una representación interna acerca de nuestro cuerpo, tanto en situación estática, o no estática (movimiento) que nos faculta para situarnos en el entorno que nos rodea y establecer relaciones con los objetos del mismo y con respecto a nosotros. Se hace referencia, por tanto, a una organización psicomotora a nivel global, pues va a influir también sobre las áreas tónica, motora, perceptiva y sensorial que influyen  sobre la propia persona (o niño en este caso).

FASES DE ASENTAMIENTO DEL ESQUEMA CORPORAL

Se entiende que el esquema corporal está en continuo desarrollo hasta la adolescencia (en torno a los 12-13 años). Hasta entonces atraviesa diferentes etapas que voy a tratar de resumir. En muchas ocasiones hago uso de ellas para justificar que no debemos comenzar los procesos de enseñanza de la lectoescritura hasta la educación Primaria, pues una gran cantidad de aspectos esenciales no están sustentados antes. Vamos a verlo a modo de resumen.

  • Primera etapa: descubrimiento inicial. En esta etapa, que comienza a consolidarse aproximadamente a los 3 años, el niño realiza una estrecha relación de su propio cuerpo con el entorno y las personas que habitan en él.
  • Segunda etapa: percepción. En este momento y hasta los 7 años aproximadamente, el niño va a comenzar a realizar representaciones mentales de distancia, velocidad, altura, grosor, diámetro… Es esencial en este momento favorecer una educación sensorial rica, variada y lo más ilimitada posible.
  • Tercera etapa: estructuración. El cuerpo en estático está ya bien dominado. Llevará hasta los 11 – 12 años aproximadamente hacer lo propio con el cuerpo en movimiento.
  • Cuarta etapa: finalización. En torno a los 12-13 años se entenderá que el proceso de estructuración ha concluido generando una capacidad apropiada para establecer diferencias entre su cuerpo mentalmente representado en movimiento y el entorno.

¡DIFICULTADES A LA VISTA!

A partir del concepto, será sencillo comprender que los problemas en el esquema corporal producirán dificultades a nivel motriz, perceptivo y como consecuencia en la esfera personal y social de la persona.

Si un niño no cuenta con la referencia del cuerpo como primer elemento a partir del cual establecer relaciones con el resto de los objetos y cosas que nos rodean… ¿cómo pretendemos que ese niño sea capaz de escribir una letra?

En los niños que presentan dificultades en el esquema corporal observaremos cuatro aspectos que nos llamarán la atención que pueden agruparse en cuatro tipo de errores prediagnósticos o de juicio:

  • NO SE TRATA DE DISLEXIA: Lo primero que encontraremos son problemas en la orientación de las letras. ¡Cuántas veces habré recibido niños de 6 años en el mes de noviembre porque son disléxicos! No. No son niños disléxicos, son niños con un esquema corporal deficiente, por lo que sería bien extraño que no invirtieran el palito de la b o que no escribieran la e al revés.
  • TAMPOCO ES DISLEXIA: Más adelante, en una fase más avanzada (desde finales de 2º Primaria hasta más o menos inicios de 4º) los niños con un esquema corporal deficitario presentarán problemas con las sílabas. Cambiarán en dictados o escritura libre el orden de las letras, escribiendo «al» en vez de «la» o «le» en vez de «el», pero no. No es dislexia nuevamente. Valorando el esquema corporal se observa como deficiente y tras trabajarlo esa alteración en el orden de las letras desaparece. «Le han curado la dislexia». No, ha reforzado su esquema corporal.
  • NO ES UN NIÑO TORPE: Muchas veces es una de las demandas para intervención psicomotriz frecuente. Se trata del típico niño que no es hábil en juegos motrices, que corre de forma diferente al resto y se cae con frecuencia, se choca con cosas, se le suelen caer cosas de las manos… No es torpe, no. No tiene trabajado su esquema corporal. Imaginemos que corremos en un espacio físico que cambia constantemente. El niño que no tiene claro su esquema corporal vive la misma sensación. ¿Cómo no va a correr de modo diferente? No corre de modo diferente, además, lo que hace es correr con inseguridad.
  • NO ES DISCALCULIA: Una vez más encontramos que muchas veces se hace el diagnóstico en el aula: Discalculia, y los profes lo explican muy bien: «como si fuera disléxico pero con los números. Además de darnos a entender que no sabe qué es la dislexia ni la discalculia, no está informando que el niño tiene un problema de organización espacial seguramente.

Una vez valorados los cuatro campos más habituales a observar en la escritura de niños con problemas de esquema corporal, vamos a ver algunos aspectos importantes para que se nos puedan ocurrir actividades además de las que voy a proponer:

EJES CORPORALES

Os presento a continuación una imagen para que podamos tener una percepción acorde los ejes visuales. A partir de ella expongo más abajo cuál se corresponde con cada uno de ellos y cómo trabajarlos. Sin duda son algo importantísimo. Aquí ofrezco siempre una orientación a muchos padres, y he decir que es un momento tenso, pues me miran de una forma un tanto peculiar. La instrucción es: dejad una pared de vuestra casa libre para que vuestro hijo trabaje con ella pintándola y pegando cosas. Las paredes de los pasillos son geniales para tal efecto.

Los niños deben experimentar y tener claro los siguientes:

  • Eje horizontal: recorre el cuerpo de derecha a izquierda (o viceversa). Se corresponde con el plano de color naranja (x) de la imagen inferior. Es uno de los ejes claves al ser el perpendicular a la posición anatómica. El niño debe experimentar:
    • Su rotación de cintura.
    • Rotación de cintura escapular
    • Debe saber hacer juegos en estático que mantengan el movimiento en este eje.
    • Jugar a pintar rayas horizontales en una pared.
    • Realizar diferentes marcas para que el niño se desplace horizontalmente a través de ellas
    • Jugar con un cinturón (bajo supervisión de un adulto siempre) a colocarlo en diferentes partes del tronco.
    • Colocar el cinturón a otra persona (adulto preferentemente).
    • Movimientos de adducción y abducción de las piernas con respecto al eje horizontal (útiles también para el eje vertical).
  • Eje vertical: correspondiente al plano de color verde (y) de la imagen inferior, presenta una importancia capital. Divide al cuerpo en dos hemi-regiones (derecha e izquierda) con la consecuente importancia para la lateralidad. Es esencial que el niño experimente este eje desde bien pequeño.
    • Desde el momento en el que se alterna gateo y marcha y la tremenda importancia que tiene que el propio niño pueda experimentar el cambio de estar a gatas a la bipedestación. Aquí mucha gente se asombra cuando recomiendo actividades de gateo a niños de 7 años cuyos padres indican que su hijo no gateó y presenta problemas de esquema corporal.
    • Jugar sentado a botar una pelota y ver como discurre la misma a lo largo de su eje vertical.
    • El yoyó, ese clásico tan olvidado y tan maravilloso (incluso pasa al siguiente eje que vamos a ver cuando su trayectoria no es paralela al cuerpo).
    • El uso de cremalleras, botones de una camisa, velcros de arriba a abajo, bien sobre el cuerpo, bien en una pared. La práctica con estos es muy útil de cara a trabajar este plano.
    • Pintar rayas verticales y trazar marcas para que el niño camine ascendiendo  descendiendo (como el clásico gag en el que una persona hace que baja unas escaleras o las sube en posición estática. Pintando una escalera en la pared que sube y baja lo logramos.
  • Eje transversal: se corresponde con el plano verde (z) de la imagen inferior. Va de delante a atrás. Quizá este sea el eje más complejo para trabajar actividades, pero cualquier tipo de actividad que suponga trabajar cosas de delante hacia atrás o viceversa lo estimulará. Si además proponemos dichas actividades con un espejo, lo potenciamos. Ejemplos pueden ser:
    • Atarse un pañuelo a la cabeza
    • Jugar con una bufanda frente a un espejo (con supervisión de un adulto siempre)
    • Peinarse mirando al espejo.
    • Vestirse mirando al espejo.
    • Quitarse la ropa mirando al espejo.

¿QUÉ EVITAMOS Y QUÉ LOGRAMOS CON UN ESQUEMA CORPORAL CORRECTAMENTE ASENTADO?

  • Evitaremos problemas a la hora de la autopercepción corporal.
  • Lograremos un correcto control sobre el propio cuerpo.
  • Facilitaremos la independencia y la segmentación de brazo-antebrazo-mano-dedos de cara al proceso escritor.
  • Los niños con problemas de esquema corporal tienen más dificultades a la hora de jugar con otros niños, por tanto a la hora de relacionarse. Además tienen dificultades en las tareas propias de aula, con lo que evitaremos muchos problemas afectivos y sociales.
  • Eliminación de los conocidos como movimientos asociados o parásitos. Su nombre más habitual es el de sincinesia, es decir, un movimiento involuntario e inconsciente que acompaña a un movimiento voluntario. Por ejemplo el niño que eleva los hombros con cada paso que da, o gira la cabeza al correr acompañando al pie que va adelante, o que cuando escribe golpea con el pie en la silla o pata de la mesa cada vez que apoya el lápiz tras haberlo levantado…
  • Disminución de paratonias, es decir, lograremos rebajar el tono muscular rígido que acompaña a estos niños en muchas ocasiones.

Quedan todavía diferentes aspectos que tratar, entre ello uno que me resulta de grandísimo interés: la emoción y el aprendizaje de la escritura. Espero poder pronto finalizar dicho artículo para poner fin a esta serie que tan buena acogida está teniendo a la vista de las muchas visitas que estas entradas están presentando. Hasta entonces… feliz noche de sábado.


Entrevista Marc Prensky (EDUCACIÓN PARA EL FUTURO)

 Entrevista realizada en el marco del Encuentro de Aprendizaje Digital, EAD 2017, organizado por DADO de la UPC en diciembre.

Para mayor información visite nuestra página http://tice.upc.edu.pe/

Blog de Juan José Millán. Enseñar a escribir (parte 2): Lateralidad y escritura

 ENLACE:

Hace algunos días publiqué una entrada en la que abordaba algunos aspectos básicos para trabajar con los niños que comienzan su aprendizaje escritor. Quedaban, según comentaba en dicha entrada, algunos aspectos pendientes para abordar tales como la lateralidad, el esquema corporal, el tono muscular y algunos otros aspectos.

Voy a abordar en esta entrega el concepto de lateralidad, sus fases previas y algunos de los aspectos esenciales para trabajarla y,con ello, ofrecer buenas garantías de base para crear un buen poso de cara a la destreza escritora.

LATERALIDAD Y ESCRITURA

Puede definirse la lateralidad como el establecimiento evolutivo de la predominancia de un lado del cuerpo sobre otro (a valorar en ojos, oídos, manos y piernas) producto de la hegemonía de uno de los hemisferios cerebrales. Ortigosa (2004)[1] da una muy interesante explicación acerca de dicho aspecto y aborda definiciones similares a la expuesta. Muy importante para que la lateralidad quede bien asentada en su momento adecuado son las fases prelaterales, que transcurren entre los 0 y los 4 años de edad (y se asientan entre los 6 y 7 años)  en las cuales es preciso que se cumplan los siguientes hitos:

  • SIMETRÍA EN EL DOMINIO CORPORAL: Cualquier niño presentará problemas de lateralidad si en estas épocas no se consigue que exista una simetría funcional entre ambos lados del cuerpo.
  • COORDINACIÓN CONTRALATERAL entre el lado dominante y el no dominante.
  • Alcanzar una apropiada FUNCIÓN SENSORIAL TRIDIMENSIONAL.
  • Lograr un óptimo grado de activación en el cuerpo calloso a fin de obtener una apropiada conexión interhemisférica

Dichos logros deben conseguirse a través de cuatro etapas prelaterales (Paricio, 2003)[2] que vienen a ser las siguientes:

  • MONOLATERALIZACIÓN: En esta etapa se lleva a cabo un proceso por el cual se realiza la separación funcional de las dos partes del cuerpo a través de la motricidad refleja, consistente en respuestas involuntarias ligadas a la madurez de las estructuras neurológicas (Fonseca, 2008) [3]
  • DUOLATERALIZACIÓN: El niño iniciará esta etapa al año, y finaliza en torno a los 6-7, momento en el que se afianza el funcionamiento simétrico y simultáneo de los hemicuerpos. No obstante, en este punto no existe relación entre los mismos, sino que sus acciones se establecen sobre la línea media anatómica.
  • CONTRALATERALIZACIÓN: Comenzamos en este punto una fase clave para el desarrollo de muchas de las destrezas que el niño deberá adquirir, entre ellas la escritura. En este momento, en torno a los 6-7 años, se inicia la coordinación del funcionamiento motor voluntario y asimétrico. Es en este momento cuando puede observarse la dominancia de un lado sobre el otro. Gracias a estos aspectos, el niño está en condiciones de asumir la coordinación motora, , control motor (grueso) y equilibrio y tono posutral.
  • UNILATERALIZACIÓN: Es en este momento donde el predominio (lo que anteriormente llamaba hegemonía) de uno de los dos hemisferios cerebrales se impone sobe el otro, entendiendo que a nivel motor, la lateralidad se asienta sobre el correspondiente al hemisferio predominante, quedando el otro lado (tanto el corporal como el hemisferio cerebral) supeditado al apoyo del dominante.

¿CÓMO PODEMOS FAVORECER ESTOS PROCESOS?

A la luz de lo expuesto, se antoja complejo lograr la escritura en estadios previos a los 6-7 años, puesto que puede conllevar a situaciones de dominancias incorrectas y de posibles futuros problemas de aprendizaje. En cualquier caso, sí podemos ofrecer una buena batería de actividades para que trabajemos estos aspectos en la Educación Infantil. En la Educación Primaria será clave trabajar estos aspectos. En los casos que no se ha terminado de llevar a cabo los procesos (alumnos con 6 años que requieren más tiempo para cerrar estas etapas prelaterales) y para afianzarla en aquellos que ya las tienen logradas, será clave ofrecer un repertorio continuo y frecuente de actividades destinadas a dicha finalidad y que permitan, entre otras cosas, hacer uso de las diferentes partes del cuerpo (oídos, manos, ojos y piernas) con respecto a sí mismo y con respecto al resto del espacio. Otro conjunto de actividades que deben llevarse a cabo son aquellas encaminadas a que el alumno conozca, reafirme y se haga consciente de su posición respecto a personas y objetos del entorno. También, y aunque pueda sonar repetitivo no lo es, debemos realizar actividades que sirvan para reafirmar su lado dominante (cuando este ya esté definido) o para diferenciar bien el lado derecho de la izquierda.

ACTIVIDADES TIPO POR ÁREA DE LOCALIZACIÓN

A continuación presento algunas actividades para trabajar la lateralidad en áreas de localización. Estas actividades son útiles tanto para niños en fase de prelateralización como para afianzar la lateralización ya establecida, pero también son útiles para la reeducación y trabajo de dificultades de lateralidad.

OÍDO

  • Escuchar la pared.
  • Jugar a hablar por teléfono.
  • Contar secretos.
  • Juego con vasos conectados por cuerdas para hablar y escuchar.
  • Reconocer sonidos de cosas del ambiente con los ojos cerrados cerca del oído alternando entre uno y otro.
  • Reconocer sonidos muy finos (tipo diapasón) con los ojos cerrados y presentando el estímulo por detrás.
  • Discriminar sonidos en base a los parámetros intensidad, duración y timbre ofreciendo posibilidades para el mismo sonido en ambos oídos.
  • Escuchar palabras, sonidos y canciones con auriculares que puedan usarse sólo en un oído. Ofrecer tiempos para cambiarlo.

OJOS

  • Jugar con elementos tipo catalejo y caleidoscopio (En esta Web te explican cómo construir sencillamente uno en casa). Ofrecer oportunidades para trabajar en ello con los dos ojos.
  • Juegos de puntería en la que tengan que hacer uso de un ojo. Se le pedirá al niño que pruebe en diferentes ocasiones
  • Mirar a través de un agujero en una hoja.
  • Una actividad mía propia: «la búsqueda del tesoro en la caja». Muy sencilla. Hacemos buen acopio de cajas antiguas, no muy grandes, de zapatos, de lo que sea, y en su tapa realizamos tres agujeros. Por ambos laterales realizamos aperturas amplias con la intención que entre luz. Bajo cada uno de los agujeros colocamos diferentes cosas: un espejo, un dibujo, una canica, un tapón, etc., lo que se os ocurra. La actividad consistirá en ir diciendo qué es lo que se encuentra en ese agujero. Los niños se lo pasan bien y van haciendo uso de diferentes ojos. También, con niños que ya empiezan a leer, se puede hacer la misma actividad con palabras.
  • El juego del pirata (otra actividad propia), consistente en llevar a cabo una actividad de motricidad o segmentación de la misma con un ojo tapado. Posteriormente se realiza con el ojo contralateral tapado. En eta actividad (y en la anterior también en el caso de presentar palabras) el maestro puede observar cuál es el ojo dominante o con tendencia a la dominancia a la vez que el logro obtenido con uno y otro.

 MANOS

  • Recortar con ambas manos diferentes elementos.
  • Punteado.
  • Actividades con punzón (no con la finalidad del trabajo motor o visomotor)
  • Jugar a coser (en niños pequeños obviamente no se trata de agujas, sino de uso de cuerdas o hilo y cuentas).
  • Colorear, escribir, etc. con ambas manos.
  • Juegos de destreza motora manual.
  • Escribir en pizarra con tiza, también en pizarra blanca.
  • Uso de software infantil en tablets y otros dispositivos digitales con pantalla táctil.

PIES

  • Jugar a golpear pelotas. No cabe la menor duda que desde balones grandes hasta pelotas de tenis, ir trabajando distintos tamaños, texturas y presiones de inflado ofrecerá un trabajo enriquecedor.
  • Jugar a hacer dibujos en la tierra con los pies.
  • Juegos que inviten al niño a saltar a al pata coja (con variantes de avanzar hacia alante, hacia atrás y hacia los lados).
  • Juegos que requieran mantener el equilibro sobre una sola pierna.
  • Uso prensil de los pies: coger objetos (preferentemente de textil) con un pie. La destreza para segmentar el aspecto motor se realizará con mayor sencillez en el pie dominante.

Actividades existen tantas como momentos en los que nos sentemos a imaginar y pensar y repensar actividades con esta finalidad. Lo que realmente es importante es que debemos respetar el ritmo evolutivo del niño. Ayudar a su desarrollo, facilitarlo, dar oportunidades, etc., sí. Sin ningún tipo de duda. Forzar para su desarrollo e incluso poner hitos del desarrollo como aspecto a premiar no. Totalmente contraproducente de principio a fin. Con ello, el niño sólo logrará fracasar una y otra vez y sentirse fuera del proceso que sus compañeros llevan a cabo de forma natural (como su desarrollo indica).

Próximamente abordaré otros temas relacionados tales como esquema corporal, organización espacial e implicaciones emocionales.

Bibliografía

Bibliografía
1Ortigosa J.M. [2004] Mi hijo es zurdo. Madrid. Ediciones Pirámide
2Paricio, M. et. al. [2003] Influencia de la lateralidad en los problemas de aprendizaje.
3Fonseca, V. [1998] Ontogéneis de la motricidad. Madrid. García Nuñez

jueves, 22 de abril de 2021

El Poder de la Tecnología. Riesgos y Beneficios. | José Moreno | TEDxUNebrija

 La tecnología tiene el poder de poner en nuestras manos un sin fin de información y contactos en un solo clic, pero al mismo tiempo nos resta capacidad de sacrificio para aprender. En cuanto a las relaciones personales las deshumaniza y se pierde la complicidad de la comunicación cara a cara, el lenguaje corporal que nunca podrá ser sustituido por los signos. Jose Moreno is responsible for the Technology Addiction Care Service of the Community of Madrid. Moreno confirms that there is such a debate, adding that "it has been ruled out to include this addiction or behavioural disorder in dsm5, the diagnostic manual for psychologists."

The reason, according to this training psychologist, is that "there is a big difference with other addictions and is that the healthy point is not zero consumption". This maxim has become a badge for the service he runs, a place that despite the fact that its name "generates some qualms", according to Carmen Blázquez, psychologist of the service, aims to instill among young people that "social networks are not bad, but their abuse Oh, yes." This talk was given at a TEDx event using the TED conference format but independently organized by a local community.