10 Razones por las que la escuela se parece a una fábrica
La escuela actual tiene un sistema educativo diseñado en la era industrial, diseñado en el siglo XIX. En su momento quiso dar respuesta a una necesidades que creo que hoy están superadas y obsoletas.
La escuela del siglo XXI debe hacer lo posible por reinventarse y tú juegas un papel en ese cambio totalmente decisivo.
La escuela está pensada para preparar a las personas para ayer y no para mañana. Esta célebre cita de Alvin Toffler ilustra a la perfección la idea que muchos educadores tienen sobre la escuela actual.
Una escuela del siglo XXI organizada en base a principios decimonónicos y muy ligada a los principios de la Revolución Industrial. La idea de asemejar la escuela con la fábrica ha sido desarrollada no sólo por Alvin Toffler, sino también por Sir Ken Robinson y Linda Lantieri, entre otros.
1. Horario. El horario de una escuela es completamente rígido y perfectamente delimitado, tal y como sucede en una fábrica. Personalmente, creo que la rigidez horaria condiciona por completo el aprendizaje del alumno y la forma de enseñar del docente que está sometido a la presión de formar parte de un engranaje del que es una pieza más.
2. Jornada. Así como se habla de jornada laboral en una fábrica, este término también se ha tomado para la escuela. De ahí que se hable en los centros educativos de jornada escolar.
3. Puntualidad. La escuela, al igual que la fábrica, da mucha importancia a la puntualidad. Dicha puntualidad es un claro elemento de presión que viene determinado por el engranaje del propio sistema, al ser concebido como una cadena de producción.
4. Productividad. La escuela, al igual que pasa con una fábrica, no se mide por el grado de creatividad, sino por el grado de productividad. En la escuela prima la productividad sobre la creatividad porque es medible, porque es mucho más fácil cuantificarla. De ahí que dé tanta importancia a las pruebas o tests.
Curiosamente, el origen de la palabra fábrica procede del latín ‘fabrica’, palabra derivada de ‘faber’, es decir, el que hace algo, el artesano, el obrero. Sin embargo, la palabra inglesa ‘fabric’ significa ‘tejido’, ‘andamio’, ‘edificio’ y procede, a su vez, del francés ‘fabrique’.
5. Resultado. La escuela prioriza el resultado al proceso. Y lo prioriza al igual que una fábrica porque el proceso también es difícil de evaluar.
6. Vestuario. El vestuario de los alumnos tiende a la homogeneidad, al igual que sucede en una fábrica. Se podría hablar en este sentido de un vestuario estereotipado, dado que la gran mayoría de alumnos visten en ocasiones, sin saberlo, de la misma manera.
En este sentido los centros educativos también tienen unas normas de cómo vestir al igual que sucede en una fábrica.
7. Timbre. El tiempo de trabajo o producción se rige por un timbre o sirena. Es la sirena la que determina el cambio de actividad o hace saber sÍ la jornada empieza, llega a su momento de descanso o finaliza.
8. Reglamento. La escuela se rige por un reglamento que toda la comunidad educativa debe conocer, asumir y cumplir, al igual que sucede en una fábrica. Por ejemplo, no se puede ir al lavabo sin pedir permiso.
9. Jerarquía. La escuela está organizada mediante un sistema jerarquizado, al igual que en una fábrica.
10 Arquitectura. En muchos casos la arquitectura del edificio de una escuela tiene cierta semejanza con la arquitectura de una fábrica. Hay espacios para producir y espacios destinados al descanso.
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