jueves, 14 de mayo de 2020

Medir la felicidad para mejorar el bienestar social



¿Se puede medir la felicidad? Por sorprendente que parezca, la respuesta es: “Sí”. En el Instituto de investigación de la felicidad de Copenhague lo llevan haciendo desde el año 2012. Pero, ¿para qué sirve medirla? Según el físico Alejandro Cencerrado, analista de este centro, “si llamamos a nuestra sociedad ‘sociedad del bienestar’, deberíamos tener una medida fiable y científica para saber si las personas son felices”. Según explica, algunos países ya están adecuando sus leyes y políticas a la felicidad de sus ciudadanos, como Bután o Nueva Zelanda. “Si lo único que utilizamos para medir el progreso social es el PIB, la productividad o el desempleo, nunca sabremos realmente qué está afectando al bienestar de la gente y tampoco podremos actuar sobre ello”, añade. Según los estudios realizados por este pionero centro danés, la soledad es el factor que más incide en el bienestar individual y colectivo: “La soledad es el mal de nuestros tiempos, hemos comprobado que afecta a la felicidad de las personas incluso más que la salud física”, explica Cencerrado. Alejandro Cencerrado Rubio es licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid, experto en Estadística y analista Big data del Instituto de investigación de la felicidad de Copenhague (Dinamarca), desde hace seis años.

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