Investigadores del Hospital de Seúl han finalizado un estudio sobre los efectos de la actividad física regular para reducir la infección y gravedad del Covid. Señalan que realizar deporte minimiza los riesgos de contagio y sus síntomas.
El análisis sugiere que una actividad física semanal de 150 minutos de intensidad moderada o 75 minutos de intensidad vigorosa parece ofrecer la mejor protección. Investigaciones anteriores habían señalado que la actividad física puede reducir tanto el riesgo de infección como la gravedad de las infecciones respiratorias debido, al menos en parte, a su capacidad para reforzar el sistema inmunitario.
Según los investigadores, la relación entre la actividad física regular y la gravedad del Covid no se conoce bien, pero probablemente intervienen factores metabólicos y ambientales. Por ello, se propusieron intentar cuantificar el umbral de actividad física que podría ser necesario para disminuir los riesgos de infección y de ingreso hospitalario y muerte asociados.
Se buscó en tres grandes bases de datos de investigación estudios relevantes publicados entre noviembre de 2019 y marzo de 2022, y de un ramillete inicial de 291, agruparon los resultados de 16 de ellos.
Los informes incluyeron un total de 1.853.610 adultos, de los cuales algo más de la mitad (54%) eran mujeres. La edad media de los participantes era de 53 años. La mayoría se realizaron en Corea del Sur, Inglaterra, Irán, Canadá, Reino Unido, España, Brasil, Palestina, Sudáfrica y Suecia.
El análisis de los datos agrupados mostró que, en general, los que incluían la actividad física regular en su rutina semanal tenían un 11% menos de riesgo de infección por el SARS-CoV-2, el virus responsable del COVID-19.
También tenían un 36% menos de riesgo de ingreso hospitalario, un 44% menos de riesgo de enfermedad grave por Covid y un 43% menos de riesgo de muerte por coronavirus que sus compañeros físicamente inactivos. El efecto protector máximo se produjo a partir de unos 500 minutos de equivalente metabólico de tarea (EMT) a la semana, tras los cuales no se produjeron más mejoras.
Los EMT expresan la cantidad de energía (calorías) gastada por minuto de actividad física, y 500 de ellos equivalen a 150 minutos de actividad física de intensidad moderada, o 75 minutos de intensidad vigorosa.
Los investigadores del
Hospital de Seúl advierten que el análisis incluyó estudios de observación, diseños de estudio diferentes, evaluaciones subjetivas de los niveles de actividad física y que sólo se refería a las variantes Beta y Delta del SARS-CoV-2 en lugar de ómicron.
Los resultados sugieren que el ejercicio regular de intensidad moderada puede ayudar a potenciar las respuestas antiinflamatorias del organismo, así como la aptitud cardiorrespiratoria y muscular, todo lo cual puede explicar sus efectos beneficiosos sobre la gravedad del Covid.
Se añadió que "los hallazgos ponen de manifiesto los efectos protectores de realizar suficiente actividad física como estrategia de salud pública, con beneficios potenciales para reducir el riesgo de Covid grave. Dada la heterogeneidad y el riesgo de sesgo de la publicación, ahora se necesitan más estudios con una metodología y un informe de resultados estandarizados".
Physical activity and the risk of SARS-CoV-2 infection,
severe COVID-19 illness and COVID-19 related
mortality in South Korea: a nationwide cohort study.
ABSTRACT
Purpose: To determine the potential associations
between physical activity and risk of SARS-CoV-2
infection, severe illness from COVID-19 and COVID-19
related death using a nationwide cohort from South
Korea.
Methods: Data regarding 212 768 Korean adults (age
≥20 years), who tested for SARS-CoV-2, from 1 January
2020 to 30 May 2020, were obtained from the National
Health Insurance Service of South Korea and further
linked with the national general health examination
from 1 January 2018 to 31 December 2019 to assess
physical activity levels. SARS-CoV-2 positivity, severe
COVID-19 illness and COVID-19 related death were the
main outcomes. The observation period was between 1
January 2020 and 31 July 2020.
Results: Out of 76 395 participants who completed
the general health examination and were tested for
SARS-CoV-2, 2295 (3.0%) were positive for SARS-CoV-2,
446 (0.58%) had severe illness from COVID-19 and 45
(0.059%) died from COVID-19. Adults who engaged
in both aerobic and muscle strengthening activities
according to the 2018 physical activity guidelines had
a lower risk of SARS-CoV-2 infection (2.6% vs 3.1%;
adjusted relative risk (aRR), 0.85; 95% CI 0.72 to 0.96),
severe COVID-19 illness (0.35% vs 0.66%; aRR 0.42;
95% CI 0.19 to 0.91) and COVID-19 related death
(0.02% vs 0.08%; aRR 0.24; 95% CI 0.05 to 0.99) than
those who engaged in insufficient aerobic and muscle
strengthening activities. Furthermore, the recommended
range of metabolic equivalent task (MET; 500–1000 MET
min/week) was associated with the maximum beneficial
effect size for reduced risk of SARS-CoV-2 infection (aRR
0.78; 95% CI 0.66 to 0.92), severe COVID-19 illness
(aRR 0.62; 95% CI 0.43 to 0.90) and COVID-19 related
death (aRR 0.17; 95% CI 0.07 to 0.98). Similar patterns
of association were observed in different sensitivity
analyses.
Conclusion: Adults who engaged in the recommended
levels of physical activity were associated with a
decreased likelihood of SARS-CoV-2 infection, severe
COVID-19 illness and COVID-19 related death. Our
findings suggest that engaging in physical activity
has substantial public health value and demonstrates
potential benefits to combat COVID-19.