lunes, 3 de mayo de 2021

Quizá la felicidad no está donde la buscas

 Un error que cometemos es el de asociar el logro de ciertas aspiraciones con encontrar la felicidad: “seré feliz cuando cambie de trabajo”, “seré feliz cuando tenga una pareja”, “seré feliz cuando consiga el divorcio”, “seré feliz cuando tenga mi propia casa”. Pero es que cuando por fin conseguimos alguna de estas metas, va y resulta que la felicidad no llega. Que sí, que nos sentimos bien por haber conseguido eso que queríamos, pero esa sensación positiva desaparece muy rápido, para volver otra vez a la casilla de salida, y eso es muy frustrante.

Así van pasando los días y no llegamos a darnos cuenta que, en realidad, vivimos como ratones en la rueda, corriendo mucho pero sin llegar a ningún lado, porque nada más llegar nos hemos marcado la siguiente meta sin poder parar ni un segundo a disfrutar eso que tanto nos ha costado conseguir.

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