Alfonso López Quintás. "La manipulación del lenguaje"
El término “talismán” cambio, utilizado con estratégica ambigüedad, permite seducir a personas poco preparadas, que se rinden a su poder seductor. Al darse cuenta del engaño, no pueden liberarse de tal fascinación, y se convierten en activistas de los manipuladores.
Para que el intercambio de opiniones sea fructífero y no nocivo, se requiere aprender a discutir, sin disputar. Clarificar las ideas es decisivo para la vida de la sociedad. Hace poco, no distinguir cometer un error y mentir causó una grave alteración política.
La verdadera libertad
De modo sorprendente se extendió la idea de que tenemos libertad absoluta para expresarnos, incluso con daño de los demás. Se olvida que los derechos se nos conceden siempre para hacer el bien, no el mal. La libertad de elección es básica en el hombre, pero su razón ha de cuidar de elegir para beneficiar, no para dañar.
El sinsentido de la «postverdad»
Vivir en la «postverdad», como si la verdad hubiera caducado, es vivir fuera del proceso del propio desarrollo personal. Hablar de postverdad es una ocurrencia fallida, pues no demuestra que el imperio de la verdad haya caducado, sino que todavía no ha llegado uno a vislumbrar su inmenso poder.
Diferencia entre atraer y fascinar
Pensar bien va unido con precisar el sentido de cada palabra que pronunciamos. Confundir euforia con entusiasmo, o atraer con fascinar nos lleva a confundir los procesos antitéticos de vértigo y éxtasis.
El rumor, una forma de ataque envolvente
El encuentro y la vida creativa
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