jueves, 9 de febrero de 2023

Realizar ejercicio al aire libre puede mejorar la salud cognitiva

 Un estudio de la Universidad de Victoria (Canadá) señala que realizar ejercicio al aire libre puede mejorar la salud cognitiva. Los participantes mejoraron las funciones ejecutivas, como la atención, la memoria de trabajo y el control inhibitorio.


Antes de la pandemia del Covid-19, el ejercicio físico al aire libre solo estaba relacionado con el running, el ciclismo y demás actividades que no son posibles de realizar en el interior de gimnasios y clubes. Sin embargo, el cierre de estos espacios de entrenamiento, sumado a la necesidad de las personas de moverse y salir de sus hogares en cuanto les fue permitido, hizo que plazas y parques se convirtieran en gimnasios a cielo abierto.

Según este nuevo trabajo, el entorno en el que se realiza el ejercicio puede ser tan importante como el propio ejercicio. Los autores han descubierto que el tiempo que se pasa en ambientes naturales al aire libre conduce a aumentos en la cognición similares a los que resultan del ejercicio intenso. Por lo tanto, los beneficios tanto del ejercicio como de la exposición a la naturaleza sugieren un impacto aditivo en la función cerebral cuando se combinan ambos factores.


Los investigadores de la Universidad de Victoria se preguntaron cuál es la interacción entre el ejercicio agudo y el entorno en la cognición, y para responder a esta pregunta utilizaron electroencefalografía para sondear la función cognitiva antes y después de caminatas breves en interiores y exteriores en los 30 participantes del trabajo.

Katherine Boere señala que “nuestros resultados demuestran un rendimiento mejorado y un aumento en la amplitud del P300, una respuesta neuronal relacionada con eventos comúnmente asociados con la atención y la memoria de trabajo, después de una caminata de 15 minutos al aire libre. Un resultado que no se ve después de una caminata de 15 minutos en el interior. Es importante destacar que este hallazgo indica que el entorno puede desempeñar un papel más importante en el aumento de la función cognitiva, como la atención”.

Para la científica, “con la creciente urbanización del mundo y el aumento asociado del tiempo sedentario en interiores, una comprensión más profunda de cómo estos factores interactúan e influyen en la cognición puede ser fundamental para combatir los efectos adversos para la salud”.

Estudios anteriores habían aportado abundante información acerca de que la actividad física puede reducir el riesgo de diversas enfermedades neurológicas y proteger el cerebro de los efectos perjudiciales del envejecimiento. Los modelos animales se centraron principalmente en los efectos del ejercicio a largo plazo (es decir, semanas o meses de mayor ejercicio) sobre la función del hipocampo, con especial énfasis en la neurogénesis del hipocampo adulto inducida por el ejercicio y el aprendizaje y la memoria dependientes del hipocampo.

En el ser humano, lo que se vio es que además de mejorar la cognición en niños y adultos sanos, estos efectos a largo plazo del ejercicio son de particular interés por su posible papel en la mejora de la función cognitiva durante el envejecimiento.

A medida que las personas envejecen, el deterioro cognitivo, aunque no es inevitable, es un hecho común que resulta del proceso de neurodegeneración. Ahora, la nueva evidencia respalda la suposición de que hacer ejercicio al aire libre en entornos naturales produce más beneficios para el cerebro que hacer ejercicio en interiores. Sin embargo, los hallazgos no están claros para duraciones de ejercicio agudo de menos de 20 minutos. Esto planteó a los investigadores la pregunta acerca de cómo influye el entorno en la función cognitiva durante un breve período de ejercicio.

En términos de cognición, se vio que el ejercicio intenso al aire libre mejora principalmente las funciones ejecutivas que dependen de la corteza prefrontal, como la atención, la memoria de trabajo y el control inhibitorio.

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