¿Tiene sentido seguir pidiendo trabajos escritos extensos a los alumnos?

 En plena era de la inteligencia artificial, herramientas que supuestamente detectan si un texto ha sido generado por IA están marcando como sospechosos textos 100% originales, incluso algunos clásicos como El Quijote. Ante esta realidad, ¿qué sentido tiene seguir evaluando como si nada hubiera cambiado?

En este artículo comparto una reflexión crítica sobre la fiabilidad de estos detectores, y propongo 10 actividades alternativas al clásico trabajo escrito para hacer en clase, además de un decálogo práctico para docentes que quieran adaptarse sin renunciar al rigor educativo.
La IA no tiene por qué ser una amenaza, puede ser el detonante para repensar cómo enseñamos, evaluamos y acompañamos el aprendizaje.