¡Estate quieto!
¿No puedes estar tranquilo?
¡Para de moverte ya!
Son frases que hemos podido escuchar frecuentemente e incluso decir a algún niño pequeño. Los niños pequeños, específicamente menores de 4 años aproximadamente ¡son todo chispa! un meteorito, no paran, tienen un movimiento muy diferente a niños más mayores y desde luego muy alejado del ritmo de los adultos. Hay un poder interno más fuerte que ellos mismos, que se escapa de su propio control y que hace que se muevan, incluso sin pensarlo, sin querer hacerlo… Pero ¿Esto por qué ocurre? ¿Por qué los niños menores de 4 años no pueden parar de moverse? Os comento lo que para mí ha sido todo un descubrimiento este fin de semana, hablo de la Pulsión Motriz.
¿Qué es la Pulsión Motriz?
Bernard Aucouturier es un pedagogo francés y el creador de la práctica psicomotriz, de seguro os suena la psicomotricidad en las Escuelas Infantiles que en estos casos es una práctica educativa y preventiva, pero él ha desarrollado años de investigación también en la práctica psicomotriz como ayuda terapéutica. Así que su aporte en este sentido es enorme! Por ello me parecía interesante compartir con vosotros algunas pinceladas de lo recibido el fin de semana…
Según nos comentaba Aucouturier, el movimiento del niño es incesante, está impulsado por una fuerza interna que no puede controlar y desde luego que para los adultos puede llegar a ser difícil de gestionar. Estamos hablando hasta los 4 años de edad aproximadamente.
A partir de los 4 años el niño ya madura neurológicamente y puede empezar a controlar esa necesidad de movimiento, pero antes de esa edad el niño es todo Pulsión Motriz es todo Impulso!
¿Qué es eso de Pulsión? La pulsión significa empujar hacia afuera, tiene un origen Biológico pero desde el punto de vista del psicoanálisis, según nos comentaba Acouturier, hay pulsión cuando hay trazas psíquicas desde lo biológico.
No olvidemos que los seres humanos además de sentimientos, emociones… también somos cuerpo! Y este cuerpo tiene un tono muscular que según nos comentaba Bernard está muy relacionado con el entorno y en el caso del niño con los cuidados que recibe y su experiencia afectiva y motriz desde el inicio de su vida. Así que ese Tono puede experimentar tensión o relajación y este es un tema muy interesante que desarrollaremos en otro post! También os invito a reflexionar sobre esto.
Volviendo a la La Pulsión Motriz está relacionado con la necesidad del niño y esta se debe vivir a través del Juego Espontáneo. Entonces la gran duda es… si el niño tiene ese tremendo Impulso de moverse y nosotros al pedirle estarse quieto para poder realizar actividades de la vida cotidiana ¿Estamos interviniendo sobre el desarrollo natural del niño? ¿Estamos irrespetando su necesidad? La respuesta es sí, pero aún así hay que saber darle al niño unas normas simples.
¿Cómo se regula esa necesidad de moverse?
Bernard nos comentó que los cuidados de calidad, parte de esos cuidados es tener cubiertas la necesidad afectiva y un ambiente en el que el niño se siente seguro, es así como se regulan las emociones, las sensaciones y más factores del desarrollo del niño, entre ellos la Pulsión Motriz. Por lo que yo interpreto que un niño que tenga unos cuidados de calidad y se sienta seguro, puede tener regulado ese impulso de movimiento sin caer en el descontrol.
Otra cosa que me pareció interesante es que este origen biológico que tiene la Pulsión Motriz se irá transformando a medida que el niño adquiera representaciones mentales con el Juego Espontáneo, el cual será una representación de su propia historia (su propia realidad).
Nosotros como padres, madres y acompañantes podemos aportar un marco de Seguridad que lo contenga, permitiendo expresar al niño y la niña esa necesidad motriz sin perder el control.
Así que os invito a la reflexión, la verdad es que para mí todo esto ha sido revelador, porque muchas veces estamos pendientes del desarrollo de nuestros hijos pero vistos desde fuera y podemos olvidar que dentro de ellos se están desarrollando energías maravillosas como parte de ese crecimiento, cada minuto, cada segundo y en cada momento.
Como material complementario os dejo como referencia de este libro Bernard Aucouturier: ¿Por qué los niños y las niñas se mueven tanto?
Para finalizar y después de toda esta necesidad de movimiento, cierro con un tema que me preocupa; son las exigencias sociales y educativas que tienen los niños de 3 y 4 años que deben estar sentados mucho tiempo como parte del marco convencional de la Escuela Infantil, esto me remueve bastante ¿Cómo es posible que si tienen esa necesidad de movimiento, tengan a su vez la ‘exigencia social’ de mantenerse quietos? Os invito a reflexionar sobre este tema.