miércoles, 10 de octubre de 2018

La actividad física (mover el cuerpo y gastar energía física y cognitiva) beneficia el aprendizaje de jóvenes con TDAH

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El Grupo de Investigación Actividad Física Aplicada a la Educación y Salud de la Universidad de Jaén ha realizado un estudio sobre actividad física y TDAH. Los resultados muestran que el ejercicio diario beneficia el aprendizaje y el comportamiento de niños y adolescentes, de 6 a 18 años, con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad.
El artículo, publicado en la revista internacional “Research in Developmental Disabilities”, es fruto de un trabajo colectivo liderado por el profesor J. Martínez (Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal).

Tras analizar las investigaciones internacionales más destacadas durante los últimos 17 años, el informe revela que la actividad física, además de los beneficios ya conocidos en la salud y la condición física, puede mejorar el rendimiento cognitivo y el comportamiento en jóvenes con dificultades de aprendizaje.

Sara Suárez (una de las autoras) afirma que “si realizamos una síntesis de los estudios analizados, el realizar una caminata-carrera o pedaleo durante un intervalo de 20-30 minutos mejora inmediatamente los niveles de atención y concentración”.

Los resultados muestran, además, que un programa de actividad física debidamente planificado con una duración mínima de cinco semanas (tres a cinco sesiones por semana), a medio-largo plazo, incrementa la actividad cerebral, mejora las funciones ejecutivas, además de favorecer el comportamiento hacia el aprendizaje de los estudiantes diagnosticados TDAH y, consecuentemente, mejoran los resultados académicos. Todo ello se debe a la activación del factor neurotrófico derivado del cerebro y la segregación de dopamina, mejorando la función cognitiva.

Suárez manifiesta su preocupación ante el desconocimiento social de este trastorno del neurodesarrollo, que en España afecta al 6,8% de los escolares: “Es evidente que hay que cambiar algo, se debe fomentar la participación en programas adaptados a los recursos reales y a las características del alumno desde el ámbito educativo, familiar e institucional. Los jóvenes necesitan el apoyo familiar y social para aumentar el nivel de práctica de actividad física, ya que cualquier joven debería cumplir al menos con el mínimo de actividad física recomendado por la Organización Mundial de la Salud, es decir, 60 minutos diarios durante al menos cinco días por semana”.

Durante el pasado curso académico 2017/18, el grupo de investigación AFAES desarrolló, en la provincia de Jaén, el proyecto “Influencia de la Actividad Física en las Actitudes y Cognición de Escolares con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad”, financiado por el Instituto de Estudios Jiennenses.

El programa, que ha integrado la actividad física dentro del entorno escolar, ha mostrado importantes datos, aún pendientes de evaluación, pero que una vez más ponen en relieve la importancia de incluir el movimiento dentro de las aulas y muy especialmente en niños y adolescentes que presentan dificultades de atención durante el aprendizaje.

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